the-bridge-logo.svg
61cd81b55cbda201881c6eee_bolsillos-vacios.jpg
02/02/2022  - UX/UI Design

Sesgo del coste hundido: La ropa se te junta en el armario y la barra de progreso de compra te está arruinando el bolsillo

Si alguna vez te viste entera una película que a la mitad te diste cuenta que iba mal, continuaste leyendo un libro que no te gustaba del todo solo porque ya lo habías empezado, terminaste una formación solo por el tiempo invertido en ella, o quizá tienes una chaqueta guardada en el fondo del armario que nunca ve la luz, pero no la vendes ni regalas porque a ti te costó mucha pasta, entonces ¡no hace falta que sigas leyendo esto! porque ya conoces en carne propia el sesgo del coste hundido. Igual puedes seguir leyendo, que quizá te enteres de una o dos cositas más.
Porque ¿qué tienen que ver las horas que echas viendo películas malas, las formaciones equivocadas, y la ropa que tienes escondida en el armario juntando polvo? Pues que todas forman parte de una misma conducta irracional. Estamos hablando nada más y nada menos que de sesgos cognitivos, más precisamente, “la falacia del coste hundido”. Y esto no me lo estoy inventando yo, los psicólogos Daniel Kahneman y Amos Tversky hablaban de modelos mentales y sesgos cognitivos desde la década de los 70.¿Qué es el sesgo del coste hundido?El sesgo del coste hundido o falacia del coste hundido se refiere a un error cognitivo por el cual tomamos decisiones basándonos en cuanto invertimos en algo, no en su rentabilidad. Esto lo aplicamos en todo, no importa lo que sea, desde decidir si continuar con un proyecto o terminar una relación que “no da para más” después de pasar 7 años juntos.
Se trata entonces de un sesgo cognitivo cuyo origen es nuestra aversión a la pérdida, a reconocer nuestros errores. El precio pagado, el esfuerzo ya invertido sesga nuestra toma de decisiones y se convierten en un marco de referencia que tendemos a usar para definir el valor de algo. Es más doloroso “perder” esos 7 años que asumir un error y, por lo tanto, seguimos invirtiendo en él.
Y sí.. se están aprovechando de estoNuestras conductas irracionales son mucho más controladas de lo que piensas, hasta te digo que son predecibles, porque una vez creados modelos mentales, es fácil predecir el comportamiento que vayamos a tener frente a una situación, por lo que los diseñadores nos aprovechamos un poquito de eso, por ejemplo.

La barra de progreso
Veamos, aquí se aplican otras cuestiones como por ejemplo la Ley de Zeigarnik, qué nos dice que recordamos más y mejor aquellas cosas inconclusas, y sí, se agradece saber cuantos pasos me faltan para concluir algo.
Esto se ve mucho cuando tienes que realizar un pago, es decir, anda ven, ya llegaste hasta aquí, cargaste todos tus datos, elegiste el número de asiento, te pasaste un buen tiempo leyendo las condiciones del billete, en fin, levántate, ve por la tarjeta y confirma ya el pago ¿no? Es decir ¿de verdad luego de invertir todo ese tiempo no vas a ya cerrar el proceso?
Y pueden parecer camufladas, como en Zara por ejemplo, que parecen ser 3 simples pasos, pero cuando nos metemos en el proceso… ¡bum! ¡Solo en “pago” tenemos más de una pantalla! Lo que nos engaña un poco, haciéndonos creer que realizamos menos pasos de los que realmente son.
Sin mencionar el horror de tener que elegir una opción y presionar “continuar” sí o sí, a la primera me quedé como “Ya presioné Visa ¿Por qué no hace nada?...Ah.. Continuar, ok” Pero bueno eso es para otro momento…No quieren que te escapesPero no todo es venderte un vestido de 100 euros, el sesgo del coste hundido también puede influenciarte a seguir invirtiendo por tu optimismo.
No solo no queremos aceptar que hemos fracasado sino que nos negamos a abandonar, más cuando se lo prometemos a alguien más, aquí en este ejemplo: ¿Se te hubiese ocurrido a ti ponerte la meta de 30 días si Duolingo no te la ofreciese?
Por más de que hayas dicho que sí, no te hubiese generado el mismo nivel de dolor fallarte a ti sin recordatorio, que ignorar todos los mensajes que el pobre Duo te irá dejando una vez aceptes su reto.
De esta forma la aplicación busca retenerte como usuario, aprovechándose de lo cabezota y optimista que eres, porque quizá te saltes un día de tu clase de italiano, pero mañana volverás ¿verdad?
Y tu diseñador/a, tampoco estas exento/aEl sesgo de coste hundido se aplica a todos. Cuando estamos trabajando en un proyecto, hay que tomar decisiones ¿no?, y ya llevas mucho tiempo trabajando en un diseño, llevas pensando, dándole vueltas, invirtiendo tiempo y recursos en algo, y cuando todo demuestra que no funciona, puedes correr el riesgo de perder más tiempo buscando que eso funcione, que ideando una nueva solución.
El ejemplo que puedo traerles, ya que me encanta hablar de esto, porque le dediqué muchos años de mi vida, entre estudio y trabajo, es en el cine… (si esto no es el mejor ejemplo de coste hundido yo ya me rindo).
Cuando estamos armando el montaje de una película, y de repente nos encontramos que un plano, que nos llevó mucho tiempo, esfuerzo, dinero, recursos, etc, etc... No encaja para la construcción del mensaje, tenemos dos opciones, o cambiamos todo para que ese plano encaje, lo que nos puede alterar el mensaje final, convirtiendo nuestra obra de arte, en pura mier... o podemos ser racionales, apretar el botón “delete” y continuar.
Es fácil caer en la tentación de seguir cuando hemos invertido tanto, pero es nuestro trabajo reconocer que estamos cayendo ante la falacia del coste hundido. Por eso es importante testear cuanto antes aquello en lo que estamos trabajando, ya que cuanto más pronto diferenciemos lo que sí funciona de lo que no, vamos a poder plantear mejores soluciones, e invertir menos tiempo.¿Hay alguna forma de liberarme? 
Pues, sí y no. Los sesgos cognitivos están muy arraigados en nuestra forma de pensar, una vez instaurados es muy complejo ignorarlos, es más, muchas veces ni siquiera parecerá existir un error en nuestro proceso de razonamiento. Lo más valioso frente a cómo liberarse de los sesgos, es conocerlos, claramente eso no te exime del error, pero sí que te ayudará a reconocer cuando te estás hundiendo. Cuando reconocemos que nuestra decisión se está basando en “todo lo que ya gasté”, es momento de frenar y recapitular un poco,  mejor parar a pesar de haber invertido, que seguir haciéndolo sabiendo que los resultados no pueden ser favorables.Un consejo puede ser pedir la opinión de alguien más, ya que esa persona no habrá invertido todo lo que tú, por lo que puede ver el panorama desde otra perspectiva.Oye, ¡que abandonar es de valientes! Mi mamá siempre me decía, “Soldado que huye sirve para otra guerra” o “mejor pájaro en mano que 100 volando”... Si lo sé, yo tampoco lo entiendo del todo, sin embargo, llevo tantos años escuchándola…Artículo escrito por Mariana Camors
Sigue leyendo. Artículos especializados en diferentes áreasEcha un vistazo al resto de artículos que tenemos en nuestro blog. Trabajamos duro para crear contenido de calidad y enriquecer la comunidad.
    ¿Te has quedado con ganas de saber más?No lo dudes y contacta con nosotros, te resolveremos todas las dudas y te asesoraremos para que encuentres el bootcamp, la modalidad y el plan de financiación que mejor se adapta a ti.
    SOLICITA INFORMACIÓN