La gran propuesta de valor del Diseño de Experiencias de Usuario
“Repensar (y mejorar) el mundo a través de las experiencias de usuario”. Suena ambicioso, ¿no? Pero ¿podríamos sostener que esta es la gran misión de los diseñadores de experiencias de usuario UX? Veamos. Somos partícipes sin reparar en ello. Desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir, somos protagonistas de nuestras experiencias y, de forma activa o pasiva, somos usuarios de forma continua. Pensándolo mejor, permítanme recapitular. Mientras dormimos también somos usuarios pasivos. Observemos… Podría ser que tu teléfono móvil esté esperando por ti, y para ti con un fin exclusivo: despertarte por la mañana. También podría ser que, de forma simultánea y sin tener que pensar en ello, estés pagando la suscripción que te permitirá escuchar música cuando estés de camino al trabajo. También podría ser que un sistema de seguridad se encargue de que duermas tranquilo.Nuestra experiencia como individuos determina también la experiencia de usuarioSí, claro que podría ser. Cada persona tiene su propio relato, y cada relato está lleno de experiencias que podrían ser, o que habrán sido o serán. Es más, lo que podría ser hoy, podría no serlo mañana. Y a la inversa. Por esto mismo, porque son relatos protagonizados por personas, y como personas, todos, nuestros comportamientos, aunque si están marcados por un modelo mental, no son lineales. Nuestros deseos tampoco. Quién esté libre de vivir bajo una influencia que levante la mano. Pero ojo, si has levantado la mano, te estás engañando. Nos rodeamos de dispositivos y nos comunicamos a través de redes sociales. Nos apasionamos de muchas marcas y somos partícipes de lo más trendy de nuestro momento. Usamos servicios de los que ya no queremos prescindir, a menos que nos ofrezcan otro que se adecúe más a nuestras aspiraciones. Y si esto último ha sucedido, seguramente sea porque el servicio del que has prescindido no se ha fijado lo suficientemente en ti. O podría ser que el diseñador UX ha perdido su visión: trabajar por una mejora continua de la experiencia de usuario, y por ende, siempre teniendo a las personas y sus necesidades, en el centro de su proceso. Así es, las personas son el centro del diseño UX y, sobre el diseñador, en colaboración con un equipo multidisciplinar formado por perfiles tecnológicos, estratégicos y empresariales, recae la responsabilidad de investigar a los usuarios, saber el motor de sus acciones, conocer qué situaciones, motivaciones y emociones son las que les hacen subir y bajar, entender qué es lo que quieren cambiar, hacerles sentir que no están solos en su experiencia y, ofrecer soluciones alineadas con sus necesidades reales. Pero también tiene su parte peligrosa. El diseñador debe tener como principal valor, un código de buenas prácticas que evite utilizar todo lo que ha descubierto sobre el usuario con fines distintos a los de su misión. Volvemos al inicio: “Repensar (y mejorar) el mundo a través de las experiencias de usuario”. - Y, recordemos: ¿Podríamos sostener que esta es la gran misión de los diseñadores de experiencias de usuario UX? Sí, claro que podría ser. De la misma forma que cada diseñador, como persona que es, podrá tener su propio relato, su propia visión, misión y valores que alineará con la marca o empresa con la que colaborará, que a su vez entendió que sólo así podrá generar estrategias con las que asegurará más probabilidades de éxito. Artículo escrito por Lucas BarrutiaSigue leyendo. Artículos especializados en diferentes áreasEcha un vistazo al resto de artículos que tenemos en nuestro blog. Trabajamos duro para crear contenido de calidad y enriquecer la comunidad.
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