¿Qué es el diseño estratégico?
El diseño estratégico es un elemento esencial a la hora de identificar los problemas y necesidades de cualquier cliente, desarrollando una visión de futuro que pueda incrementar la innovación y mejorar la posición con respecto a la competencia.Cuando hemos logrado crear un diseño estratégico, podemos empezar a darle un propósito a cada decisión que tomamos, lo que no solo nos lleva a obtener mejores resultados, sino que también nos permite dudar de aquello que hacemos, ya que diseñamos desde la base, con una justificación y no de manera aleatoria sin responder a los objetivos que nos hemos marcado. El diseño estratégico es similar a la construcción de una casa, para que resista, soporte y dure muchos años, necesita contar con unos cimientos sólidos y de calidad. Si esos cimientos, a la hora de elaborar nuestro diseño estratégico, son los adecuados la comunicación será efectiva y la colaboración de todos los miembros de la organización permitirá crear nuevas oportunidades y darnos una ventaja frente a nuestros competidores.El diseño estratégico se pone en marcha por la necesidad de cubrir determinadas necesidades y debe contar con estos puntos: - Integración. Fomentar las relaciones entre personas, organización y tareas.
- Visualización. Representar de manera visual la relación que existe.
- Gestión. Desarrolla y muestra las ideas integradas durante todo el proceso generando comentarios y ayuda a la hora de identificar, probar y lograr soluciones que resulten efectivas y duraderas.
- Evaluar detenidamente el proyecto donde estén incluidas todas las restricciones, oportunidades y una visión general del mismo.
- Comprender el proyecto en términos de diseño y relacionarlo con los resultados y los objetivos de la empresa.
- Formular preguntas acordes con la estrategia que vayamos a diseñar.
- Actuar en función de la estrategia e involucrando a todo el equipo.
- Analizar la efectividad de dicha estrategia y si se están cumpliendo los objetivos.
- Mayor eficiencia. Cualquier proyecto estará mucho mejor alineado con las necesidades de los clientes, lo que supondrá una menor pérdida de recursos ya que iremos siempre “al grano”.
- Mayor colaboración. Permitirá una mayor implicación del equipo y, por tanto, una mejora a la hora de cumplir un objetivo común.
- Mejores relaciones. Se logra una visión estratégica que permite que empresa y cliente estén de acuerdo, así el diseño estará acorde con los objetivos comerciales y generará relaciones más estables y duraderas que se trasladan a la realidad en nuevos proyectos e incluso relaciones personales.
- Apertura en los procesos. Si diseño y cliente se encuentran alineados podremos escuchar lo que nuestros clientes necesitan y podremos de un modo más ágil ofrecer la respuesta sobre lo que debemos mejorar.
- Objetivos claros. Tanto a nivel de diseño como comercial, sabremos claramente lo que la empresa quiere y necesita.
- Innovación. Tendremos procesos de mejora continua y alta calidad en los resultados que vamos construyendo.
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